- Una delegación nacional viajó a Estados Unidos para consolidar vínculos académicos, compartir experiencias y proyectar nuevas colaboraciones científicas. La iniciativa fue promovida por el Consulado de Chile en dicha ciudad y contó con la participación de tres destacadas representantes de la astronomía nacional
Durante una semana de actividades en la Universidad de Chicago, las astrónomas chilenas desarrollaron una agenda centrada en el intercambio de conocimientos, la exploración de oportunidades conjuntas y el fortalecimiento de redes internacionales. La comitiva estuvo conformada por Paula Jofré (Universidad Diego Portales), Claudia Aguilera (Pontificia Universidad Católica de Chile) y la doctoranda Sara Vitali (Universidad Diego Portales).
El viaje permitió afianzar vínculos con el equipo del astrofísico Alexander Ji y abrir nuevas posibilidades de colaboración en áreas estratégicas como la evolución estelar, la inteligencia artificial aplicada a datos astronómicos, y la formación de jóvenes talentos. A través de reuniones, charlas y actividades de vinculación, las científicas chilenas demostraron la capacidad del país no solo para observar el universo, sino también para liderar procesos de investigación, formación e innovación.
“Quisimos aprovechar esta oportunidad para mostrar que desde Chile no solo se observa, sino que también se hace ciencia de punta. Hoy tenemos capital humano altamente calificado, acceso privilegiado a los instrumentos más avanzados del mundo y, sobre todo, capacidad para proponer ideas y liderar colaboraciones”, señaló Paula Jofré.
Chile como plataforma para la ciencia de frontera
Más allá del intercambio académico, la visita permitió constatar una tendencia emergente: frente a los desafíos de financiamiento y proyección que enfrenta la ciencia en Estados Unidos, Chile se presta como una plataforma cada vez más atractiva para la investigación de frontera. Gracias al acceso privilegiado a observatorios como LSST, Magellan, Gemini, ALMA, VLT y el futuro ELT, y al fortalecimiento de comunidades científicas locales, el país aparece como un socio estratégico con infraestructura, capital humano y vocación de colaboración.
Durante la visita, se discutieron oportunidades concretas de trabajo conjunto: postulación a fondos internacionales, uso compartido de datos, estancias investigativas y posibles intercambios estudiantiles. También se destacó la disposición de acoger estudiantes extranjeros y formar redes que permitan compartir capacidades y recursos.
Un libro como puente entre mundos

Uno de los momentos simbólicos de la visita fue la entrega del libro Fósiles del Cosmos, obra escrita por Paula Jofré, al cónsul chileno en Chicago. Este libro de divulgación —que reúne historias, trayectorias y aportes de astrónomas de todo el mundo— se ha transformado en una referencia inusual, pero necesaria: es una de las pocas publicaciones en español sobre astronomía pensada para todo público.
Además del valor editorial, la entrega del libro representó un gesto de diplomacia científica y cultural. También se obsequiaron copias al grupo de Alexander Ji, quienes reconocieron a varias de las astrónomas retratadas en la publicación.
“Muchos de los nombres que aparecen en el libro eran conocidos por los colegas en Chicago. Ver reunidas esas trayectorias en una obra accesible y visual fue un momento de emoción y orgullo compartido”, relató Jofré.
Este enfoque colaborativo permitió que el viaje no solo generara resultados inmediatos, sino que sentara las bases para una articulación científica de largo plazo, en la que Chile se proyecta no solo como observatorio del mundo, sino también como un centro productor de ciencia relevante y transformadora.